3 de junio de 2018. Cines Los Prados, Oviedo.

Quizá Camarón tuvo malas compañías. Pero también tuvo las mejores. Como su fiel Tomatito y ese gigante de la música y el gesto que fue su querido Paco de Lucía. El gitano bien podría estar celoso de su compadre payo porque, aunque se han hecho buenas películas sobre él (por ejemplo, la de Jaime Chávarri que protagonizaba Óscar Jaenada), no tenía un documental tan estupendo como el Francisco Sánchez Varela hizo sobre Paco. Ahora Camarón también tiene el suyo. Y en el cine su imagen y su voz quedarán asociados para siempre con la mejor compañía. La de otra voz impresionante que no canta, pero que cuenta, apostilla y blasfema con un sentimiento y una entrega máxima. Es la voz de ese actor extraordinario que se llama Juan Diego.