7 de junio de 2020. Filmin, Avilés.
Jonás Trueba nos muestra cómo les va a Pablo y a Candela, los adolescentes de la parte final de La reconquista. Primero a Pablo según Candela, porque ella pone voz explicativa a las imágenes que vemos de él: su incomodidad con los amigos, su descubrimiento de algo que quiere y no sabe expresar. Luego será Pablo quien ponga voz a lo que sabremos de Candela: sus encuentros con Silvio en la zona de Plaza España y Debod, en su pueblo extremeño de La Raya, en el cine Doré y en el apartamento de la amiga.
Quién lo impide es el título de este proyecto de Jonás Trueba formado por cuatro películas con y sobre adolescentes. Y es un regalo que la primera que veo de las cuatro esté protagonizada por Candela Recio y Pablo Hoyos, aquellos deliciosos adolescentes de La reconquista. La referencia a la película es explícita desde el comienzo y los dos siguen manteniendo relación con Itsaso Arana y Francesco Carril, los protagonistas de aquella. Las palabras de cada uno de estos adolescentes sobre los momentos que vive (o imagina sobre) el otro se hilvanan magníficamente con unas imágenes que nos devuelven a esos momentos de intensidad infinita que parecen patrimonio natural de la adolescencia. Tratándose de Jonás Trueba, en Principantes hay cine dentro del cine (los carteles de la Reconquista, la película Fragil como el mundo de Rita Azevedo Gomes en el Doré) y una mirada sutil y muy próxima a la adolescencia que seguramente hará que resulte estupenda esta tetralogía. También advierto ciertas querencias hacia lo religioso en la escena de la epifanía (¿cinéfila?) de Pablo en las ruinas de la iglesia. Eso me hace pensar que esa dimensión, también presente en La virgen de agosto (su anterior y magnífica película estival), pudiera ser otro tema que cobre cierta presencia en el cine de Jonás Trueba. Por el momento, es una gratísima e inesperada sorpresa poder ver seguidas estas cuatro películas de uno de los directores más interesantes del panorama actual.