jueves, 24 de abril de 2014

Inevitable

de Jorge Algora. España, 2013. 97’. 
24 de abril de 2014. Cines los Prados, Oviedo.

El gerente de un banco entra en crisis y se enamora de una escultora. En un banco de un parque confiesa sus sentimientos a un escritor ciego. Mientras tanto su mujer psicoanaliza a la madre de la escultora, una gallega que comparte con el escritor el error de haber dejado pasar un amor que parecía inevitable. Aquel que pudo haber comenzado en la calle de Santiago en que los dos se cruzaron hace muchos años.

Me resultaba inevitable. No podía dejar de ver una película en la que Federico Luppi hace de ciego en Buenos Aires y Darío Grandinetti cambia de banco. Ninguno de los dos me ha defraudado. Federico Luppi en un registro nuevo y perfecto en el que uno solo lamenta que el banquero no vaya con más frecuencia al parque. A Darío Grandinetti lo he encontrado más joven que cuando lo vi hace un par de años interpretando en el Teatro Metropolitan de Corrientes a uno de aquellos Mineros que dirigió Javier Dualte. En Inevitable vuelve a estar aquejado de ese mal de amor que padecía en El lado oscuro del corazón y que le hacía viajar una y otra vez entre Buenos Aires y Montevideo. En lo demás, la película ofrece mucho menos de lo que promete. Así que olvidarla me parece inevitable.