25 de diciembre de 2017. Cines Parqueastur, Corvera.
La reducción de los cuerpos ya es posible. Si midieran diez o doce centímetros los humanos dañarían mucho menos al planeta y cada uno podría vivir mucho mejor. Así que muchos ya se han empequeñecido y viven a lo grande en las nuevas ciudades liliputienses. Paul y su mujer también deciden hacerlo, pero al final ella rehúsa y él tiene que iniciar solo esa nueva vida.
Una idea muy sugerente con un Matt Damon haciendo de tipo normal que se traslada a ese mundo empequeñecido. La relaciones entre los dos mundos, el proceso del tránsito, la relación con el vecino potentado y con la vietnamita altruista que le hace ver que también hay pobres en ese mundo de opulencia hortera y miniaturizada, hacen que la película resulte interesante. Sin embargo, la historia defrauda y pierde interés en ese tramo final en que nuestro personaje se va a Noruega y conoce a la comunidad primigenia que se prepara para sobrevivir a la inminente catástrofe global.