30 de enero de 2019. Centro Cultural Valey, Piedras Blancas. V.O.S.
La primera iglesia reformada de Estados Unidos pronto cumplirá 250 años. El reverendo de esa parroquia es un hombre bueno al que acompaña la amargura de haber perdido a su hijo en Iraq y, contra la voluntad de su esposa, haberle recomendado que se alistara en el ejército. Una joven embarazada que va a su iglesia le pide que hable con su marido, un activista ambiental coherente que no quiere traer ningún hijo a este mundo. El reverendo habla con él y conoce sus ideas. Poco después el joven se suicida y él acaba asumiendo algunos de sus empeños. Sobre todo porque una gran empresa muy contaminante patrocinará los actos de celebración del aniversario de su iglesia.
De ética y estética. Del sentimiento religioso y la coherencia personal. De eso va esta contenida película de Paul Schrader que (sin la música de Philip Glass) me ha hecho pensar en el buen díptico que haría con la impresionante Mishima que dirigió hace ya más de tres décadas. La elegante simetría de algunos encuadres, la contención y pertinencia del fluir de las escenas y la actuación de Ethan Hawke, ese actor del que siempre soy devoto pero que aquí me ha conmovido especialmente en el papel de este clérigo que escribe un diario (con los de Thomas Merton como referente) hacen de El reverendo una magnífica película que confirma el buen criterio de la programación cinematográfica del Valey. Una lástima que el proyector de esta sala no tenga más luminosidad.