27 de junio de 2019. Centro Niemeyer, Avilés. V.O.S.
Un hombre busca a la mujer de sus sueños. Y viaja a una ciudad desangelada para encontrarla. El periplo será confuso. Como si fuera una sucesión de sueños.
Uno no puede dejar de pensar en Wong Kar-Wai. Sobre todo por la elegancia de las imágenes. Aunque los escenarios son destartalados, las imágenes son bellísimas. Los movimientos de cámara, la disposición de los objetos y la primorosa fotografía hacen que ver esta película resulte muy grato. Aunque uno no entienda bien la historia y todo resulte bastante confuso. De hecho, el largísimo plano secuencia de la parte final es tan fascinante que dejo de preocuparme por el motivo y el destino de este Largo viaje hacia la noche que, por cierto, nada tiene que ver con la obra de Eugene O'Neill.