de Meritxell Colell y Lucía Vassallo. España, 2020. 116’.
22 de noviembre de 2020. 58º Festival de Cine de Gijón (sección: retueyos/tierres en trance). Filmin.
Los lectores de este blog saben lo mucho que quiero a Barcelona y a Buenos Aires. Y que siento una pasión radical por Latinoamérica y por los lazos que, desde un pretérito imperfecto y en un presente continuo, se siguen tejiendo entre las gentes que compartimos esta lengua. Conocí a Meritxell Colell en un taller de CinEd que dirigió en Gijón con su hermana antes de que estrenara Con el viento. Así, que de alguna manera, me siento concernido por este poema visual a dos miradas que sigue la senda de las correspondencias entre Erice y Kiarostami de la década pasada o las que, por iniciativa del CCCB, mantuvieron además de ellos, cineastas como José Luis Guerín y Jonas Mekas, Isaki Lacuesta y Naomi Kawase, Albert Serra y Lisandro Alonso, Jaime Rosales y Wang Bing o Fernando Eimbcke y So Yong Kim. El intercambio entre Meritxell y Lucía es aún más conmovedor porque trenza de una manera muy especial unas imágenes bellísimas con el latido biográfico de unas cineastas para las que el cine es un homenaje a la vida y estas cartas un ensayo para convertirlo en diálogo continuo con la textura del tiempo. La casa y el cuerpo como nido, el cine como pasión que se disfruta y padece, la vida como aprendizaje continuo, la luz como pincel y el cielo como punto de fuga. Así es el maravilloso trabajo conjunto de estas dos amigas transoceánicas. Una experiencia magnífica que sabrá disfrutar quien se sienta invitado y conmovido por la intimidad de estas cartas.