de Rikke Selin Fokdal y Kaspar Astrup Schröder. Dinamarca, 2020. 51’.
16 de mayo de 2021. Festival Internacional de Cine de Arquitectura de Barcelona. Filmin. V.O.S.
El arquitecto Bjarke Ingels ganó el concurso para integrar una gran incineradora en el paisaje de Copenhague. Su proyecto fue CopenHill y consistía en crear una montaña que servía de hito, mirador y lugar para pasear, escalar o practicar esquí. Una pequeña o gran locura que vamos conociendo desde los inicios del proyecto hasta su uso por los ciudadanos.
Si es verdad que vapor de agua es el único residuo de las modernas incineradoras danesas, este original y descomunal proyecto cívico es el complemento perfecto que justifica y mimetiza la construcción de un monstruo industrial tan descomunal como necesario. La película apenas entra en polémicas y solo describe la ejecución de un proyecto que parece haber sido muy bien recibido por los daneses. No es un documental muy novedoso desde un punto de vista formal, pero lo que muestra resulta sorprendente.