miércoles, 7 de diciembre de 2016

1898. Los últimos de Filipinas

de Salvador Calvo. España, 2016.129.
7 de diciembre de 2016. Cines Parqueastur, Corvera.

En 1898 España perdió sus últimas colonias. Pero hasta un año después un grupo de soldados españoles siguió resistiendo en la isla de Luzón atrincherados en una iglesia. Fueron los últimos de Filipinas.

Uno de ellos podría haber sido Dimas Marín, el hombre del pueblo de mi padre que, según me contaron, asistió ya muy anciano a mi bautizo. Pero, más que alguno de los protagonistas de la triste gesta que retrata esta estupenda película, seguramente fue uno de aquellos nueve mil españoles que quedaron abandonados a su suerte en Filipinas tras la venta de aquellas islas. La cuidada escena inicial en la iglesia y las hermosas imágenes de la llegada dejan claro desde el comienzo que la película es ambiciosa y asume el riesgo de que el resto defraude. Pero no. Un guión bien estructurado y escrito y una dirección muy solvente hacen que 1898. Los últimos de Filipinas sea una historia de heroismo clásico que nada tiene que envidiar a las mejores producciones del género. Con su singular mirada sobre los filipinos aporta algo muy pocas veces visto en el cine bélico como es una presentación amigable del enemigo casi en clave antibelicista. Al repudiar ese maniqueismo de las historias bélicas convencionales, Salvador Calvo tiene el acierto de buscar los males de estos héroes no fuera de la iglesia sino principalmente en unos demonios interiores patrios que quedan bien esbozados en los perfiles de los protagonistas. Así, aquella iglesia lejana y encerrada en si misma no es solo metáfora del drama que nuestro país vivió a finales del XIX, sino que seguramente también quiere serlo de la forma en que las distintas generaciones de españoles están interpretando a comienzos del XXI las herencias del pasado y necesidades del presente. Para esa confrontación generacional nada mejor que un duelo interpretativo tan estimable como el que también se establece entre los magníficos actores de la generación consolidada (Luis Tosar, Javier Gutiérrez, Eduard Fernández, Karra Elejalde, Carlos Hipólito, Pedro Casablanc) y la más joven (Álvaro Cervantes, Patrick Criado, Miguel Herrán, Ricardo Gómez, Emilio Palacios, Ciro Miró). Así que ojalá tenga el éxito que merece (sobre todo de público) esta buena película española que, conservando esa preciosa canción que es Yo te diré,  le da la vuelta a la manera en que hace setenta años se mostraba el heroísmo triste de aquellos españoles que fueron derrotados en medio del paraíso.