26 de mayo de 2018. Casa de la Cultura, XVII Certamen Nacional de Cortometrajes de Avilés.
Carlos Saura de cerca. Como lo ven sus hijos, que hablan con él y de él en este documental. Lo acompañamos mientras colorea en su estudio fotografías de ellos componiendo sus fotosaurios. Y también hablando con ellos en espacios especulares que recuerdan a aquellos, tan propicios para las luces, las sombras y las proyecciones, en los que filmó sus maravillosas películas musicales.
Un cineasta extraordinario y un hombre estupendo que ha sabido vivir en presente continuo todas las edades. Así lo constatan los siete hijos que ha tenido con cuatro mujeres. Y también el propio Félix Viscarret que no consigue (o sí) que Carlos Saura hable de su pasado. Como se ve en la película, y confirmó en el gratísimo coloquio el propio Viscarret, Carlos Saura rompe constantemente la cuarta pared e, igual que en sus últimas y deliciosas películas en las que la cámara abre el campo y nos muestra el dispositivo escenográfico en el que se filman las escenas, obliga al director de este estupendo documental a replantear el suyo haciendo que las claquetas sean imposibles y que sus indicaciones a los que hablan acaben formando parte del propio diálogo. El Saura que vemos en la pantalla no nos es desconocido en Avilés. Es ese hombre comprometido con su trabajo que inauguró con su Luz la primera exposición en la cúpula del Centro Niemeyer. Un director genial sobre el que Félix Viscarret ha hecho un documental estupendo con el que no se ha podido inaugurar mejor Avilés Acción, el festival de cortometrajes que alcanza su decimoséptima edición en Avilés.
