22 de diciembre de 2018. Cines Los Prados, Oviedo.
La desazón depresiva de una madre londinense la lleva a dejar a sus hijos y a su marido e irse a París.
En La herida Fernando Franco retrató como nadie el dolor más profundo con una Marián Álvarez increíble en aquel papel inolvidable. Dominic Savage está lejos de aquella maestría pero consigue que la primera parte de su historia resulte interesante. Y en gran medida porque Gemma Artenton también interpreta muy bien a esta bella ama de casa depresiva. Pero la escapada a París de su personaje (que se almibara aún más con el título que aquí se ha dado a la película) no sirve de contrapunto adecuado a la desazón inicial. Savage quizá arriesga menos de lo que debería en esa segunda parte que podría haber sido mucho más catártica.