domingo, 27 de octubre de 2019

And then we danced

de Levan Akin. Suecia, 2019. 106’.
27 de octubre de 2019. Teatro Carrión, 64º Semana Internacional de Cine de Valladolid (sección oficial). V.O.S.

Merab baila desde niño. Ahora aspira a conseguir la plaza que hay disposible en el cuerpo de baile de la Compañía Nacional de Danza de Georgia. Por eso ensaya una pieza tradicional con mucha relevancia para la identidad nacional de su país. La llegada de Irakli, otro buen bailarín que aspira al mismo puesto, le desestabiliza. Y no solo por lo bien que baila. También por la inesperada pasión con los que los dos empiezan a quererse.

La relación entre los dos protagonistas hará que la película seguramente tenga recorrido en los festivales LGTB. Pero su interés no está solo en eso. La música, la pasión juvenil (la de esos amantes, pero también la de todo el grupo con el que conviven) y el ambiente de Tiflis que la película retrata hacen muy grato seguir esta historia que siempre bordea la aspereza y el fracaso, pero que tiene un momento de gloria y belleza superlativa en ese baile final que es a la vez un precioso desplante. Levan Gelbakhiani se ha llevado un merecido premio al mejor actor en una película en la que casi no hay plano que no protagonice. Pero Levan Akin ha demostrado que tiene pulso y mirada para construir una película que da gusto ver y escuchar. Visto lo visto, no hay nada que objetar por ahora a lo que conocemos del palmarés de esta edición de la Seminci.