lunes, 5 de diciembre de 2022

Suro

de Mikel Gurrea. España, 2022. 116.
5 de diciembre de 2022. Renoir Floridablanca, Barcelona. V.O.S.

Helena e Iván dejan Barcelona cuando saben que van a tener un hijo. Ella ha heredado una vieja casa en el campo y una gran finca de alcornoques. La forma de restaurar la casa traerá los primeros desencuentros entre los dos. Pero los problemas crecerán cuando Helena decida no seguir los consejos de un amigo de la zona y encargue el trabajo de sacar el corcho a un hombre que utiliza a trabajadores marroquíes sin contrato.

Lo que arde, Alcarrás, As bestas y Suro son ejemplos recientes de miradas inquietantes sobre lo rural y sobre la ingenua insistencia en la redención de la España vacía que se ha puesto de moda entre algunos urbanitas de clase media alta y edad media no muy alta. La aproximación de Suro al tema está bien planteada en ese ambiente duro de los trabajadores del corcho a los que Iván se une cada día y en el que él no parece ser bienvenido. Helena manifiesta la seguridad y el pragmatismo de esas profesionales (ella es arquitecta) que parecen haber asumido los peores valores de sus colegas masculinos (Nuria Labari lo retrata muy bien en su libro El último hombre blanco). Y quizá sea en la relación entre los dos donde se encuentran algunos de los elementos que se hacen más extraños, como esa discrepancia en el proyecto arquitectónico que parece demasiado notable para no haberse manifestado antes. Pero eso no perturba el valor de una película bien construida que vemos en versión original (como debe ser) y que mantiene durante sus dos horas el interés por la tensión en ese mundo de alcornoques.