martes, 11 de julio de 2023

Te estoy amando locamente

de Alejandro Marín. España, 2023. 107.
11 de julio de 2023. Multicines Béjar.

Es el verano de 1977, justo antes de las primeras elecciones democráticas. Miguel se debate en Sevilla entre preparar bien la selectividad para estudiar Derecho, como quiere su madre, o participar en Gente Joven, el famoso programa de televisión. El cuerpo le pide lo segundo y así entra en contacto con unos jóvenes que están organizando el Movimiento Homosexual de Acción Revolucionaria (MHAR), un grupo activista que luchaba contra la ley de peligrosidad social y que protagonizó en esa ciudad las primeras acciones reivindicativas de lo que luego sería el movimiento LGTBI.  

Es el primer largometraje de Alejandro Marín, pero ya era una garantía que su nombre formara parte de aquella promoción prodigiosa que en su último año de la ESCAC dirigió La hija de alguien. Te estoy amando locamente es una película magnífica con interpretaciones soberbias. Ana Wagener, Omar Banana, Alba Flores, Jesús Carroza,  Manuel Morón y todos los demás están que se salen en esta historia sevillanísima que puede ser vista desde el punto de vista de la madre, del hijo, del grupo de activistas, del cura de la JOC y también como irónico retrato de ese mundo casposo, entre capillita y agorero, que tan bien representan el abogado respetado y la vecina enlutada. Un mundo rancio al que algunos pretenden devolvernos este mismo verano en España. Por el tema y por el tono, Te estoy amando locamente es prima hermana de Pride. También tiene mucho que ver con Rebel Dykes, el documental que vimos en la última edición del festival LGTBI del Niemeyer. Y como retrato histórico y reivindicativo también haría un buen díptico con Modelo 77. Buenas compañías para una película impecable que cuenta con una fotografía y una ambientación espléndidas y que está llena de guiños pertinentes. Obras como esta son las que no verán (y, si pudieran, impedirían que se vieran) los nuevos concejales y consejeros de (in)cultura que ya están haciendo de las suyas en muchos lugares de España. Esta mañana me encantó encontrar en lugar bien visible de La puerta de Tannhäuser de Plasencia la estupenda edición de Orlando, la novela de Virginia Woolf, cuya adaptación escénica ha sido prohibida en Valdemorillo por los nuevos caciques locales (lo mismo que han hecho los de Briviesca con El mar). Por eso me parece tan triste que una película estupenda, cuidada, amable y accesible como Te estoy amando locamente no se proyecte en ningún cine de Asturias. Por suerte (y no es la primera vez que esto nos pasa), hemos podido verla hoy en Béjar. Va a ser que en estas tierras, al menos sobre cine, sigue habiendo cierta actitud cantonalista.