domingo, 25 de enero de 2015

Cenizas

de Carlos Balbuena. España, 2014. 60.
25 de enero de 2015. Centro Niemeyer, Avilés.

Un hombre regresa a Santa Lucía, un pueblo minero del norte de León. Allí abre la que debió ser su casa, busca a vecinos que ya no están y recorre paisajes nevados en los que solo encuentra cenizas de los que tenía en su memoria. Al final parece estar buscando algo en la tierra. Como esa jaula minera que baja a las profundidades y regresa vacía.

Una película radicalmente invernal. En el paisaje y en el estado de ánimo de ese hombre que ajusta cuentas con sus recuerdos y sale malparado. Lo que se muestra sería en blanco y negro aunque tuviera color. Los encuadres son elegantes y los planos más que parsimoniosos. Carlos Balbuena no parece querer contar algo concreto. Solo sugerir unas evocaciones pesimistas que seguramente tienen bastante de autobiográfico. Eso reconoció en el coloquio que siguió a la proyección y que estuvo conducido por Ramón Lluís Bande, el director de este lado de la cordillera que la semana pasada presentó aquí su película.