lunes, 2 de enero de 2017

La madre

de Alberto Marais. España, 2016. 89.
2 de enero de 2017. Teatro Filarmónica, Oviedo.

Miguel malvive con su madre. Ella no tiene trabajo y, aunque no quiere que vuelva al centro de menores, no es capaz de ocuparse de él. Para que la fiscalía no lo localice lo manda a vivir con un antiguo novio con el que acabó mal. Allí solo pasa una semana, pero al regreso ella ya no está.

La madre abre la V Muestra de Cine Social y Derechos Humanos que durante este mes se desarrollará en varias localidades de Asturias. Para presentarla ha venido a Oviedo Javier Mendo, el joven actor que interpreta con mucha contención el papel protagonista y que esta noche ha sabido suplir muy bien la ausencia del director. La madre tiene el estilo seco y desangelado propio de las películas cámara en nuca de los Dardenne. Y ni en el enfoque ni en la calidad formal tiene nada que envidiar al cine de los hermanos belgas. Los trabajos de Javier Mendo y Laia Marull son muy eficaces para unos personajes cuyo desamparo también podría haber servido de título para la película. El desvalimiento inestable de la madre que interpreta Laia Marull recuerda un poco al del personaje  de La Llista, el monólogo de representó hace unos meses en el Lliure. Contra lo que se destacó en el coloquio, la película no explica los motivos del fracaso de esa madre que no sabe serlo para su hijo. Ni lo que pasó para que él tuviera que vivir un tiempo en un centro de menores. Solo nos muestra ese desamparo radical que tan bien expresan las llamadas al móvil que ella no responde.  Y es precisamente la ausencia de explicaciones contextuales y la concentración en el personaje del adolescente lo que la hace muy estimable.