27 de octubre de 2017. Teatro Carrión, 62º Semana Internacional de Cine de Valladolid (sección oficial). V.O.S.
Un insulto es el detonante. Un tozudo cristiano libanés y un honrado refugiado palestino son los protagonistas. El palestino le pegará luego un puñetazo al libanés. Así que la cosa va creciendo hasta que el juicio se convierte en un conflicto nacional. Pero también en una oportunidad para revisar la historia reciente del Líbano. Y las consecuencias que puede deparar que las personas se conviertan en víctimas.
Comenzamos nuestra Seminci en el día en que el 155 se ha convertido en mucho más que un número, en un fetiche que ha permitido que quienes dicen defenderla también vulneren la Constitución (lo explico en el otro blog). A la sala de cine nos llegan algunos gritos desde la calle ("los separatistas son los terroristas"). Y eso sucede mientras contemplamos en la pantalla una película extraordinaria sobre la ira. Esa que pueden sentir dos tipos normales tras un incidente banal. Ziad Doueiri nos habla del Libano, pero podría estar hablando de cualquier sitio. Es muy preciso su retrato del conflicto. El de estos dos hombres y el que representan sobre el sufrimiento de sus pueblos. Hay también una mirada tangencial, pero muy oportuna, a la masculinidad de estas tensiones. Y todo eso nos hace pensar constantemente en esa banda sonora paralela que nos llega desde la calle y en las noticias que nos llegan del Senado. Pero no es una película solo moral o política. Está contada casi como un magnífico thriller que también haría las delicias del espectador palomitero. Si pudiera verla, porque seguramente no podrá hacerlo ya que será difícil que llegue a nuestras salas. L'insulte será seguramente una más de esas buenas películas que solo podemos ver en festivales y salas minoritarias. Por lo demás, como siempre en la Seminci, la película estuvo precedida por un estupendo cortometraje: The full story, de Daisy Jacobs y Chris Wilder, una fascinante historia de animación sobre la forma en que el regreso a una casa puede despertar recuerdos de una vida.