12 de febrero de 2019. Casa de la Cultura, Avilés. V.O.S.
El dueño de una rica hacienda rural vietnamita se casa con una adolescente. Será su tercera esposa y se llevará muy bien con las otras dos. La chica queda pronto embarazada y quisiera tener un niño. Sin embargo, nacerá una niña. Como esas otras chiquillas que andan por allí y con las que la tercera esposa casi podría jugar.
La poética del gineceo vietnamita. La naturalidad de la poligamia (y casi de la pederastia). Eso es lo que parece querer mostrarnos esta película preciosista que a mi se me hace bastante pesada. Con una relación de aspecto 4:3 que le va mejor a otras películas que a esta, cada escena pretende ser una estampa de memorable elegancia. Y aunque no tengo peros formales que ponerle a esas seductoras imágenes, lo cierto es que tanta parsimonia y tanto bonitismo en los encuadres y en los gestos no consiguen que la historia me conmueva. Las tres esposas son guapísimas, pero ver casada y embarazada a esta tercera (que aquí estaría cursando segundo o tercero de la ESO) me da no sé qué. Quizá sea porque no encuentro ningún distanciamiento crítico en lo que se me muestra. De hecho, tanta poética de la feminidad vietnamita bien podría parecer una reivindicación de la poligamia rural con el protagonista masculino casi siempre en fuera de campo. No sé si esto me perturba pero desde luego me da bastante grima que en este elenco matrimonial se incluya sin reparos a una menor tan menor.