de Ric Burns. EE.UU.,
2019. 111’.
25 de diciembre de 2020. Filmin. V.O.S.
Un repaso a la vida y los afanes de Oliver Sacks, ese hombre de ciencia que amaba las letras y ese hombre de letras que hizo tanto por la ciencia. Como médico supo ver siempre a las personas y no solo a las enfermedades. Como investigador hizo de las historias clínicas la base para explorar las relaciones entre el cerebro y la mente. Y como persona podía ser empático con los demás y desaforado consigo mismo.
De su propia vida. Ese es el subtítulo original de este estupendo documental que toma como referente el famoso artículo que Oliver Sacks publicó en The New York Times cuando supo que su muerte estaba cerca. De mi propia vida era también el título del texto que en 1776 escribió David Hume en las mismas circunstancias y que Sacks tomó como referente para su despedida. Este documental viene a ser también en cierto modo un testamento. Un complemento a En movimiento, la autobiografía con forma de libro que llegó a ver publicada como se muestra en un emotivo momento de la película. Para quienes piensan que la cultura es cosa de letras y solo adjetivándola puede incluir a la ciencia. Para quienes consideran que la investigación científica es necesariamente cuantitativa y debe partir siempre de hipótesis. Y para quienes creen que la nosología es para los médicos más importante que la empatía y la compasión. Para todos ellos resultaría muy aleccionador este documental que también tiene el mayor interés para cualquiera que conozca la obra de Sacks o que quiera acercarse a ella.