de Arturo Dueñas. España,
2015. 85’.
6 de diciembre de 2020. Dart Barcelona. 4º Festival de Cine Documental sobre Arte Contemporáneo. Filmin.
Si el corazón de América pudiera estar en la tierra sin mal de los guaraníes, el de Castilla quizá se encuentre en los paisajes de Valladolid y Palencia que pinta Félix Cuadrado Lomas. Su presencia, con ese nada torpe desaliño indumentario, su palabra, con esa sensatez de una vida vivida intensamente pero sin prisa, y sus cuadros, en los que la línea y la forma mandan sobre el color, protagonizan este documental sobrio, sosegado y cautivador. La cámara de Arturo Dueñas es coherente con la mirada del pintor cuando se fija y capta el fluir de las estaciones en esos páramos castellanos tan hermosamente existencialistas. Pero además se ofrece amistosa a los recuerdos de este anciano que protagoniza una forma libérrima de ser artista en la que se advierte una conciencia plena de la textura del tiempo y del lugar que se está ocupando en él. Con la magnífica película de Jill Magid que vi ayer sobre el legado de aquel arquitecto mexicano y con esta maravilla que nos ofrece Arturo Dueñas sobre el pintor castellano (las dos premiadas en el Dart Barcelona) me queda muy claro que los mejores documentales sobre arte (pienso también en películas como El cuadro de Andrés Sanz) no son esas producciones convencionales del tipo Exhibition on the screen, sino los trabajos de estos cineastas artesanos que conocen la manera de acercarse al arte y mostrarlo en la pantalla. Por lo demás, en este festival también se han programado cortometrajes y aunque no me ha parecido gran cosa Flower Punk, el documental de Alison Klayman sobre un artista japonés dedicado a la composiciones florales, me ha gustado mucho el elegante homenaje que Orencio Boix rinde a César Manrique con su cortometraje En el volcán, centrado especialmente en las intervenciones del genial artista canario en los Jameos del Agua y en su casa de Taro de Tahíche.