viernes, 24 de noviembre de 2023

Samsara

de Lois Patiño. España, 2023. 113’.
24 de noviembre de 2023. Cines Ocimax. 61º Festival de Cine de Gijón (sección: Albar).

Niños y adolescentes en un tempo budista de Laos. Predominio absoluto del color naranja y la masculinidad sosegada. Un muchacho visita a una anciana y lee para ella fragmentos de un libro en el que la muerte se describe como el tránsito del alma entre un cuerpo y otro. Cerrando los ojos imaginamos nosotros ese viaje que nos lleva a una comunidad costera de Tanzania en la que una preciosa cabra acaba de nacer. Será la compañera de una niña deliciosa. 

Paisajes lejanos y sonidos cercanos en Costa da Morte. Deslizamiento hacia el rojo y acercamiento a lo inefable en Lúa Vermella. Y equilibrio perfecto en este viaje entre los continentes y las vidas que hacemos en Samsara desde el Extremo Oriente budista hasta las costas africanas en que se afanan las recolectoras de algas. Una delicia visual y sonora que se convierte en experiencia única si uno hace caso a lo que se indica y, en el ecuador de la película, cierra los párpados (yo lo hice sin pestañear y eso me permitió ver la sombra de la mácula) y deja que lleguen a su retina los destellos de un viaje sonoro entre dos mundos y dos formas de vida. La masculinidad adolescente y sosegada de la primera parte tiene su contrapunto perfecto en esas infancias femeninas que nos cautivan en la segunda. La intensidad del rojo y la contundencia de la dimensión mágica en Lúa Vermella se atenúan con el naranja amable y la delicadeza poética con que la primera parte de Samsara va anticipando el viaje del alma de la anciana hacia un nuevo nacimiento. Y los hermosos paisajes intermareales gallegos que, con sus afanes y conversaciones, hacían tan magnética la contemplación de Costa da Morte se convierten aquí en sublimes en esas costas africanas en las que unas niñas escuchan relatos masais y juegan absortas con  caracoles y cangrejos mientras sus mayores hablan del agua y recolectan algas. Son dos horas sublimes en las que Lois Patiño nos cautiva con  la armonía de las imágenes y los sonidos, con el culto a la belleza abstracta de los paisajes y las palabras y con esa apacible manera de mover la cámara y cuidar los tiempos en cada plano. El suyo es cine sanador. Como contemplar la forma en que los humanos se dejan acariciar por los paisajes.