sábado, 7 de diciembre de 2024

El baño del diablo

de Severin Fiala, Veronika Franz. Austria, 2024. 120.
7 de diciembre de 2022. Renoir Floridablanca, Barcelona. V.O.S.

Agnes se acaba de casar con Wolf y vivirá con él en una casa en el bosque. Ella desea tener pronto un hijo, pero su marido ni la toca. Su suegra supervisa y rectifica todo lo que hace, así que su vida se va haciendo cada vez más difícil en ese mundo oscuro en el que los miedos religiosos llevaron a muchas mujeres a desear la muerte. En esa época fueron cuatrocientas las que mataron a niños y fueron ejecutadas. Lo hicieron para no ir al infierno como suicidas y, confesando sus pecados, recibir el perdón de la Iglesia antes de morir.

La produce Ulrich Seidl, así que había garantía de que la película merecía la pena. El baño del diablo es una historia tremenda que retrata la dureza de las vidas de muchas mujeres en los entornos rurales austriacos de los siglos XVII  XVIII. El título y el premio a la mejor película en el festival de Sitges podrían hacer pensar que se trata de una película de terror y muchos sustos. Pero no es nada de eso. Es un retrato terrible, pero de gran valor, sobre la intrahistoria de aquellos tiempos en Europa. La película se atiene a lo que se sabe sobre aquellos hechos y nos acerca a la cotidianidad de unos mundos forestales convertidos por la religión y los ritos en verdaderos valles de lágrimas. Severin Fiala y Verónica Franz tienen el acierto de cerrar su película mostrando el eco de los ritos de la boda en los de la picota. Toda una lección de buen cine sobre la historia. Y sobre el horror en que vivieron tantas mujeres.