de Delphine Coulin, Muriel Coulin. Francia, 2024. 119’.
15 de octubre de 2025. Cines Embajadores-Foncalada, Oviedo. V.O.S.
Tras la muerte de su mujer, Pierre cuida con cariño de sus dos hijos. Él trabaja como ferroviario y comparte con ellos aficiones futboleras. El menor va muy bien en los estudios y entrará pronto en la Sorbona. El otro no ha terminado la formación profesional como metalúrgico y tiene amigos en entornos violentos de la ultraderecha. Pierre intenta evitar que su hijo entre en ese mundo, pero no le resultará fácil.
Vincent Lindon fue premiado en Venecia por su interpretación de este padre doliente. Con su magistral contención consigue que entendamos a ese hombre que no sabe cómo enfrentar la situación de su hijo. Ese triángulo masculino funciona muy bien con esos muchachos que no llegan a ser Caín y Abel y ese padre que toma conciencia de no ser todopoderoso. Por lo demás, la película retrata las derivas totalitarias que la socialización futbolera puede generar en la masculinidad juvenil. Y no solo en Francia.