de James Vanderbilt. EE.UU., 2025. 148’.
3 de diciembre de 2025. Cines Embajadores-Foncalada, Oviedo. V.O.S.
Douglas Kelley llega a Núremberg para un trabajo muy especial. Es un psiquiatra que deberá valorar la situación de los altos mandos nazis que serán sometidos al famoso proceso judicial. También debe estar pendiente para que no se suiciden antes de cumplirse la sentencia. Su contacto con Hermann Göring será, por tanto, muy cercano. Casi como el de una amistad.
Russel Crowe está impresionante en el papel de Göring. Y la versión original es aquí aún más necesaria porque su personaje unas veces habla en alemán y otras en inglés. Hay escenas en blanco y negro que coinciden con las imágenes reales que se conservan de aquel proceso, pero lo mejor está en la cercanía con que asistimos a esos momentos cruciales en que se estaba preparando el juicio. Se nota que la idea de Hannah Arendt (y de Stanley Milgram), mejor o peor comprendida, ya forma parte del discurso general. De hecho, sin mermar la abyección de aquel nazi, la película viene a cuestionar la superioridad moral de los vencedores de aquella guerra brutal. Algo que también queda claro en documentales tan necesarios como Sobre la historia natural de la destrucción de Sergei Loznitsa.
