18 de mayo de 2013. Cines Marta, Avilés.
Un hombre y una mujer se encuentran en un lugar ambiguo. Luego se sabrá que es el cementerio en que está enterrado Dani, su hijo muerto hace cinco años. Mientras esperan a que alguien llegue, hablan sobre aquella pérdida, sobre su separación, sobre la vida que él lleva en Alemania y sobre el dolor que ella no consigue superar en una España que aún sigue en crisis.
Antes te gustaba la lluvia es el título con el que Miguel Ángel Solá estrenó hace año y medio esta conmovedora historia de Lot Vekemans en el Teatro Palacio Valdés. Isabel Coixet la lleva ahora al cine enmarcando este drama humano en un futuro asolado por los dramas económicos que ya vivimos hoy. Al haber visto antes aquella magnífica versión teatral de la historia, me he dado cuenta demasiado pronto de que el inquietante entorno, casi abstracto, en el que hablan estos personajes sin nombre es el cementerio en que está enterrado su hijo. A pesar de ello, Isabel Coixet me ha conmovido tanto como lo hizo Miguel Ángel Solá a pocos metros de esta sala. La desnudez de las imágenes del duelo interpretativo entre Javier Cámara y Candela Peña transmite toda la intensidad del duelo emocional que afrontan sus personajes. Isabel Coixet los filma cámara en mano en los espacios intemporales de la inquietante arquitectura ideada por Enric Miralles para el cementerio de Igualada. Pero decide anclar su historia en estos tiempos amargos en los que Javier Cámara parece encarnar a esa Alemania viril que sobrevive a (o con) la crisis y Candela Peña parece reflejar el sufrimiento de esta España derrotada por ella. No es de extrañar, por tanto, que, a diferencia del equilibrio con que Solá trataba a sus personajes, Coixet bascule levemente hacia ella y regale a Candela Peña un papel como aquellos otros, dolientes pero contenidos, que tan bien interpretaba Sarah Polley. Debo confesar, en todo caso, que no soy de los que encuentran relamidos los títulos de las películas de Isabel Coixet, que no me parecen impostadas las palabras de sus personajes y que me he emocionado con los dramas de sus Cosas que nunca te dije, Mi vida sin mi, La vida secreta de las palabras o Elegy. Vamos, que sobre el cine de esta directora no suelo coincidir con esos críticos que se cuidan de meterse con Malick, llevando a ver sus películas a públicos que luego saldrán espantados, pero que con sus críticas aceradas le han quitado muchos espectadores al buen cine español que hacen cineastas como Isabel Coixet.