9 de mayo de 2016. Cines Los Prados, Oviedo.
Dalton Trumbo, el célebre guionista de películas como Vacaciones en Roma o Espartaco, fue uno de los que sufrieron las consecuencias de aquella infamia que fue el macarthismo. Trumbo formó parte durante muchos años de la lista negra, la de los diez de Hollywood que padecieron lo indecible en aquella caza de brujas. A pesar de todo, y aunque fuera con otros nombres, siguió escribiendo guiones. Y mereciendo los dos Oscar que no pudo recoger.
Otra vez la banalidad del mal. La de un país que toleró que se persiguiera a personas por sus opiniones y se las condenara al más radical ostracismo. Y que lo aceptó con la misma normalidad con que unas décadas después renegaría de aquella locura. Mientras tanto, héroes tan tenaces como Dalton Trumbo lograron no perder la dignidad después de haber perdido el aprecio de sus conciudadanos. Él pertenecía a ese tipo de gentes que están dispuestas a luchar contra el mal cuando nadie lo ve y que saben perdonar cuando la mayoría condena. La interpretación de Bryan Cranston es soberbia y el guión está a la altura de esta magnífica historia sobre los buenos guionistas americanos y sobre los guionistas buenos que tanto sufrieron en aquel tiempo.