domingo, 19 de marzo de 2017

En modo silencio

de Teresa Marcos. España, 2017. 70’.
19 de marzo de 2017. Teatro Filarmónica, III Semana del Audiovisual Contemporáneo de Oviedo.

Personajes maduros asturianos. De las cuencas mineras. Y un adolescente que desaparece. Muchas conversaciones con móviles. Muchos coches que se vigilan. Algún puticlub por la mañana. Y un minero prejubilado haciendo un trabajo sórdido. Luego se sentirá culpable.

Estoy de acuerdo con Teresa Marcos. Como dijo en el coloquio, lo mejor de la película es ese plano final en el que la cámara se eleva y nos muestra un paisaje minero arruinado mientras se escucha Otro tiempo vendrá distinto a este, el hermoso poema de Ángel González que, acompañado por la gaita de Tejedor, cantó Enrique Morente en Avilés una noche memorable. En modo silencio comienza como una película de dispositivo con actores no profesionales. El dispositivo consiste en que todas las escenas son conversaciones telefónicas. Según nos dijo, Teresa Marcos tomó esa decisión no por voluntad de estilo sino para facilitarles el trabajo a los actores no profesionales. Una lástima que a mitad de la película se olvide de esa idea y nos muestre una y otra vez coches que se acechan y se siguen en una trama que seguramente está clara en su cabeza, pero que a mi me resulta un tanto confusa. Eso sí, el hermoso plano final (anticipado con la lectura del poema en una escena previa) compensa los defectos que encuentro en este thriller asturianista en el que los personajes hablan como realmente se habla en las cuencas (no como algunos potenciales beneficiarios querrían que los alumnos hablaran en nuestras aulas). Así (casi) termina esta tercera edición de SACO, una iniciativa que afortunadamente parece consolidada en Oviedo. El broche final lo ha puesto otra singular experiencia que hemos podido disfrutar después en el Campoamor. Diecinueve miembros del colectivo artístico asturiano Improviso han acompañado con una música más que pertinente las proyecciones de L'Etoile de Mer de Man Ray, Ballet Mécanique de Fernand Léger y Un perro andaluz de Luis Buñuel. Entre las proyecciones intercalaron unas intervenciones de danza hermosamente hipnóticas. El espectáculo se llamó ImproVisión y, como El agitador vortex del míercoles,  fue un regalo estupendo. Algunas cosas no tienen precio (las actividades de SACO son gratuitas), pero sí mucho valor.