23 de marzo de 2017. Cines Los Prados, Oviedo.
Beatrice y Donatella escapan de Villabiondi. Beatrice es una loca elegante de la alta sociedad italiana. Donatella es una joven madre depresiva que intentó suicidarse. La vida en el psiquiátrico en que se conocen es bastante amable, pero será más divertida cuando salgan de allí y hagan locuras para recuperar su pasado.
Las guapas actrices están estupendas. Sus derivas exteriores son muy locas, pero no siempre interesantes. El tramo final en la playa sobre el reencuentro de Donatella con su hijo resulta conmovedor. Pero el cierre de la historia con estas dos locas de alegría regresando felices a su lugar encerramiento me deja algunas dudas sobre si la intención de la película no será reivindicar la utilidad de los manicomios. Así que Locas de alegría me resulta una historia bonita con dos personajes cautivadores que unas veces me emocionan y otras me cansan. Pero, no estando mal, creo que acerté cuando decidí ver otras películas en la última edición de la Seminci. Allí le dieron la Espiga de Oro, pero ya estoy acostumbrado a no estar de acuerdo con los gustos de sus jurados.