7 de abril de 2019. Centro Niemeyer, IV Festival de cine LGBTIQ, Avilés. V.O.S.
Clara es contratada por Ana para cuidar de su futuro bebé. Y efectivamente lo acabará haciendo, pero sustituyéndola después de que la cosa se complique bastante. Primero porque en las noches de luna llena Ana sale a la calle sonámbula buscando sangre. Después porque al final de su embarazo una noche de esas la criatura rasgará su vientre pasa salir a ver el espectáculo. Clara se hará cargo del chiquillo y lo cuidará con mucho amor. De hecho, tomará la precaución de encadenarlo algunas noches de cada mes. Pero el chico se hace mayor y una noche sale por ahí.
En el video con que presentó desde Buenos Aires esta edición del festival, Fran Gayo nos dijo que a las películas que ha programado la calidad se le presupone. Y viendo la de esta noche creo que tiene razón, que le ha presupuesto la calidad. De hecho, no solo es calidad lo que le falta a As boas maneiras, también relación con la temática del festival (yo cuestiono más aquello que esto). El cariño entre la ama y la criada del tramo inicial de la película no es el tema del que trata. Si acaso el asunto central sería algo de interés tan discutible como la variante infantil de la licantropía. No niego que la historia podría dar juego para un debate sobre en qué consiste el amor de madre o sobre si es verdad que madre no hay más que una. Claro que quizá la vinculación con este festival no haya que buscarla en la temática sino solo en la coincidencia con algunas letras de su acrónimo. Ya digo, As boas maneiras va de licantropía infantil.