30 de abril de 2019. Cine Numax, Santiago de Compostela. V.O.S.
La portuguesa es la esposa de un noble del norte de Italia en guerra permanente con el obispo de Trento. Basada en un cuento de Robert Musil, vemos la historia desde el punto de vista de ella en los ambientes en los que vive esta mujer que espera los regresos del marido.
De Rita Azevedo Gomes solo había visto Correspondencias, una película sobre la relación epistolar entre dos amigos poetas en la que a mi juicio fallaba el dispositivo a pesar de partir de una buena historia. En este caso, es el dispositivo lo que hace magnífica esta historia parsimoniosa sobre esta mujer portuguesa de la que me cautiva la forma en que la directora nos la muestra. Cada escena es como una pintura, como una estampa con encuadres perfectos y movimientos magnéticos de todos personajes (hasta los gatos y los perros). La portuguesa parece una sucesión de imágenes sobre intimidades aristocráticas levemente extendidas para convertirlas en escenas con una duración similar y sin apenas relieve en el ritmo de una historia que a muchos se les hará pesada pero que resulta fascinante para quien la contempla como si asistiera a una exposición de pinturas maravillosas con temáticas relacionadas. La película de Rita Azevedo Gomes ha sido la ocasión para conocer, en esta brevísima escapada a Santiago, un espacio extraordinario llamado Numax. Un lugar que es librería, cafetería y sala de cine a la vez y que, gestionado como cooperativa, programa con un altísimo compromiso con el cine de calidad y con la más exquisita atención a su público. De hecho, ha sido curioso asistir a la proyección de esta película portuguesa que vemos en versión original con subtítulos en gallego. Menos mal que las dos lenguas nos resultan bien próximas y amigas. Así que nos quedamos con muchas ganas de volver a pronto Santiago (y al Numax).