martes, 23 de marzo de 2021

Nuevo orden

de Michel Franco. México, 2020. 88’.
23 de marzo de 2021. Casa de la Cultura, Avilés.

Una boda en una familia bien de Ciudad de México. Y una rebelión de las masas que asaltan con violencia su casa y todo el país. Asistimos a una revolución en marcha en la que los desposeídos no son menos violentos que los militares dedicados al secuestro y la extorsión. La novia, una empleada de la casa y su hijo son las únicas personas dignas en este retablo de una sociedad invertebrada. Y acabarán mal. 

La muy sobrevalorada Parásitos no es la única película que últimamente ha puesto a los ricos frente a la pesadilla de quedar a merced de los pobres. De forma más contenida y con más interés que aquella cínica película coreana, ese tema ha sido tratado también por la argentina Verónica Chen en Marea alta, una película inquietante, magnética y opresiva sobre una mujer y unos obreros en una casa cerca de la playa. O también por el mexicano David Zonana que, con un surrealismo entre posmoderno y colorista que recuerda por momentos a Buñuel o a Lanthimos, nos muestra en Mano de obra la ocupación de una casa de ricos por familias menesterosas. Con su Nuevo Orden Michel Franco nos ofrece un nueva versión de la pesadilla de las élites con una historia que, más que distópica, resulta aleccionadora para quienes creen que la violencia solo puede afectar a otros. Además de contar con un guión bien estructurado, Nuevo orden es una metáfora de la penetración y sedimentación del mal en la sociedad mexicana (algo sobre lo que también resultan muy interesantes el documental Silencio Radio de Juliana Fanjul sobre la periodista Carmen Aristegui y la extraordinaria Sin señas particulares de Fernanda Valadez que pudimos ver en la última edición del Festival de Huelva). Además, la película de Michel Franco pone algunas cosas en su sitio. Por ejemplo, el verdadero significado de expresiones como toque de queda que en estos tiempos pandémicos algunos asocian con el fastidio de no tener los bares abiertos a partir de cierta hora. Ojalá hubiera un nuevo orden en el mundo de la cultura y películas como esta tuvieran el lugar que merecen en el panorama del cine actual.