7 de abril de 2013. Cines Marta, Avilés.
El vuelo de la compañía Península puede acabar mal. Con el tren de aterrizaje averiado y todo el pasaje de la clase turista narcotizado, una tripulación loca entretiene a los pasajeros de business hasta llegar a un aeropuerto manchego.
Locas y mamarrachas son los tres azafatos que centran este regreso de Almodóvar a las provocaciones que le hicieron famoso en los ochenta. La disonancia de género es del propio Almodóvar que hace que se hablen así esos personajes hiperhomosexualizados que tripulan su historia. Un guión que todo lo fía a la naturalidad provocadora de expresiones que sorprenden en una pantalla es la receta con la que parece querer regresar al cine transgresor de sus inicios. Pero el efecto ya no es el mismo y, aunque en la sala se escucharon algunas risas, este vuelo almodovariano dejará un recuerdo muy pasajero.
Locas y mamarrachas son los tres azafatos que centran este regreso de Almodóvar a las provocaciones que le hicieron famoso en los ochenta. La disonancia de género es del propio Almodóvar que hace que se hablen así esos personajes hiperhomosexualizados que tripulan su historia. Un guión que todo lo fía a la naturalidad provocadora de expresiones que sorprenden en una pantalla es la receta con la que parece querer regresar al cine transgresor de sus inicios. Pero el efecto ya no es el mismo y, aunque en la sala se escucharon algunas risas, este vuelo almodovariano dejará un recuerdo muy pasajero.