sábado, 27 de agosto de 2016

Taekwondo

de Marco Berger y Martín Farina. Argentina, 2016. 105'.
27 de agosto de 2016. Espacio INCAA Gaumont, Buenos Aires.

Siete veinteañeros pasan unos días de verano en una casa de las afueras de Buenos Aires. Dormitan, se bañan en la piscina, juegan al tenis y hablan. También comparten complicidades y miradas. Sobre todo el invitado que se incorpora ahora a ese grupo de amigos íntimos.

Vuelvo al magnífico Espacio Gaumont que el INCAA tiene en la Plaza del Congreso de Buenos Aires (un lugar en el que se proyectan a todas horas estrenos del último cine argentino) y me encuentro con esta película que tiene cierta simetría con la magnífica Las amigas de Àgata que vimos hace un par de semanas en Salamanca. Aquella nos metía en la intimidad de cuatro amigas barcelonesas que acaban de dejar el instituto. Esta nos muestra la de siete veinteañeros (en realidad seis más uno) que comparten unos días de asueto en la zona de Ezeiza. Las amigas de Àgata tenía un aspecto aparentemente descuidado y nos acercaba al mundo de una joven que ya no percibía del mismo modo a sus amigas. Taekwondo tiene encuadres perfectos y aporta una mirada plácida y homófila sobre los cuerpos masculinos con los que la cámara (igual que el protagonista) se recrea con sigilo. La masculinidad joven es el tema, pero de un modo sutil, mostrando más con los gestos desprevenidos que con esas conversaciones intrascendentes que resultan tan deliciosas. Lejos de los tópicos de cierto cine militante, Taekwondo (el deporte en el que se conocen esos potenciales amantes que son el anfitrión y el invitado) es una magnífica película sobre los erotismos ingenuos y sobre la ambigüedad de los gestos. Una pequeña joya que seguramente solo se estrenará en España si se programa en algún ciclo LGTB. Y será una lástima.