de Constanza Feldman y Agustín Mendilaharzu. Argentina, 2022. 109’.
28
de octubre de 2022. Teatro Carrión, 67º Semana Internacional de Cine
de Valladolid (Sección oficial). V.O.S.
Una joya singularísima. Un cómic románico en cinco entregas. Un retrato humanista de la bondad en la pareja y la amabilidad porteña. Una delicia estética en la que cada plano y cada secuencia destilan una singular mirada sobre lo pequeño. Sobre las relaciones entre las personas y sobre el papel de los objetos que nos desbordan y acompañan. El sonido protagoniza casi una segunda película no menos sorprendente y deliciosa que va marcando de manera afinadísima todo lo que pasa en esa casa y a veces también fuera de ella. Clementina es una delicia extraordinaria tanto entera como por partes. Cada uno de sus episodios sería un corto magistral, como también lo es cualquier secuencia elegida al azar y, por supuesto, el conjunto de una película hermosísima, irónica, humanista y de una rara y extraordinaria belleza que ha sido escrita, dirigida y producida por la pareja que la protagoniza (mucho más ella, siempre en escena, que él, siempre tímido). No sé si será tan premiada como debería, pero ya ha merecido la pena venir a Valladolid para encontrarnos esta noche con esta rara avis argentina que sorprende, fascina y maravilla. Como no podía ser menos, el corto que la precedió (sobre un monumento rumano a los marineros del acorazado Potemkin que dialoga irónicamente con la película de Eisenstein) fue, asimismo, muy notable: The Potemkinists, de Radu Jude.