2 de mayo de 2020. Festival Renoir de Cine Iberoamericano, El blog de los Cines Renoir, Avilés.
Lucía y su hermano viajan en coche con sus padres hacia el norte. El jueves temprano dejan Santiago para emprender una ruta en la que compartirán acampada con unos amigos y llegarán casi al límite de territorios desérticos. Como la relación de sus padres que parece estar terminando.
No había podido ver esta película cuando se proyectó en el Niemeyer hace unos años, pero me encantó Tarde para morir joven, la última película de Dominga Sotomayor por la que recibió un merecido premio a la mejor dirección en la penúltima edición del festival de Gijón. Mucho de lo que escribí ayer sobre Sonámbulos podría repetirlo ahora sobre esta película hiperrealista que nos devuelve a los años noventa con la mirada de esa niña que asiste al que quizá sea el último viaje con sus padres. Sorprende la memoria y la precisión de la directora para construir los gestos y los detalles que muestran la textura de la vida cotidiana en un tiempo ya lejano. Sorprende su habilidad y pertinencia para poner la cámara. Y sorprende la familiaridad con que se relacionan los cuatro protagonistas de esta película de carretera en la que da gusto sentirse viajando en su coche sin importunarles. Magnífico cine chileno que ahora recupero pero que me habría encantado poder ver en pantalla grande. Ya va faltando menos para volver a ellas.