7 de febrero de 2017. Cines Los Prados, Oviedo. V.O.S.
Lee es un tipo callado que trabaja en el mantenimiento de unos edificios en Boston. La muerte de su hermano le obliga a volver a Manchester, el pueblo costero en el que antes tenía su vida. Allí deberá hacerse cargo de su sobrino del que su hermano quería que él fuera tutor. La situación es difícil para Lee que no ha dejado de culparse por aquel incendio en el que perdió a sus tres hijos y que le separó de su mujer.
La difícil tutela del sobrino tras la muerte del hermano no es el tema de la película. Ese duelo actual es mucho más llevadero que el que sufre este hombre que se quedó sin vida la noche de aquel incendio. Eso no lo sabemos al principio porque Lonergan va dosificando la información con oportunos cambios temporales para que vayamos descubriendo poco a poco los motivos de la dramática apatía del protagonista. Y es que la magnífica contención con que Casey Affleck interpreta a este personaje hace que tenga bien merecido cualquier premio que le den. El contraste entre este hombre sin vida y la forma en que los demás siguen con la suya en Manchester es el eje de esta espléndida película que estuvo en el último Festival de Gijón pero no pudimos verla entonces. Manchester frente al mar es una historia emotiva y muy bien contada sobre alguien que no consigue superar la peor tragedia imaginable. Aunque la película está llena de momentos espléndidos, las dos escenas en que Lee y su mujer vuelven a encontrarse son inolvidables ejemplos de la emoción que puede transmitir el cine superlativo.