20 de abril de 2016. Centro Niemeyer, Avilés.
Imágenes del Valle de los Caídos. De manifestaciones en las calles de Madrid y Barcelona. Ramón Tamames, Raúl Morodo y Felipe González conversan sobre el papel de la izquierda en el periodo constituyente. Sindicalistas reunidos en una casa de Santa Coloma. Marcelino Camacho, Nicolás Redondo y José María Zufiaur dialogan sobre la unidad sindical y la lucha obrera. Imágenes de Belchite, de Mequinenza y del Palacio de El Pardo mientras se oye una descripción del Estado franquista. Conversación entre lideres de la ORT, del PTE y del MCE. Anselmo Carretero y José Prat hablan en un paseo otoñal sobre los años de exilio. Marc Palmés y Magda Oranich, los abogados que defendieron a Txiki, rememoran las últimas horas antes de su fusilamiento en septiembre de 1975. Imágenes y voces del multitudinario entierro tras los asesinatos de Vitoria. Enrique Tierno Galván, Simón Sanchez Montero y Joaquín Ruiz Jimenez hablan sobre la articulación institucional que deberá tener España. José María Gil Robles opina sobre el papel del ejercito y de la Iglesia en el nuevo escenario democrático. Escenas ficticias sobre torturas reales. La realidad del fascismo en la ficción de Raza. Santiago Carrillo habla del eurocomunismo y del papel del partido en el nuevo contexto. Imágenes del parlamento catalán polvoriento. Antón Cañellas, Joan Reventós, Gregorio López Raimundo y Jordi Pujol opinan sobre el lugar de Cataluña en España. Una periodista francesa entrevista a Antonio Senillosa sobre el papel de la monarquía. Y Monserrat Caballé canta Salomé en el Palau de la Música Catalana mientras en el Palacio de la Generalitat se retira un retrato de Franco y su mujer. Es el Informe General de Portabella.
Han pasado cuarenta años desde que se filmó este documento imprescindible sobre un tiempo intenso en el que hacía cuarenta años del comienzo de la dictadura. Como El Sopar este Informe general es una experiencia única. No es un documental sobre una época, es un documento histórico de (y desde) aquel tiempo. Es el testimonio de cómo veían las cosas unas gentes dispuestas a asumir la responsabilidad del futuro de este país. Al margen de las retóricas coyunturales, sus palabras responsables pronunciadas en tiempos preelectorales no han envejecido. Y el largo título de la película no puede ser más oportuno. Porque su contenido es del mayor interés para quienes esta tarde deberían haber llenado la sala en esta proyección única en Asturias (los dos informes se proyectaron en el Reina Sofía en diciembre y nosotros pudimos ver en febrero el segundo en Barcelona). Más que de cinéfilos, el cine del Niemeyer debería estar lleno hoy de ciudadanos, de políticos, de sindicalistas, de historiadores... Y también de profesores. Algunos pensarán que estos son otros tiempos y que estamos ante otros problemas. Justo esos de los que Portabella también levanta acta en su Informe general II que se proyectará aquí mañana. Pero el sentido de ese segundo documento no se lo da este presente continuo en el que a veces parece que vivimos como sonámbulos, sino el contraste con el que nos llega desde aquel pasado, tan despierto y con tanta ilusión por el futuro, que se ha hecho presente hoy aquí.