viernes, 15 de abril de 2016

Julieta

de Pedro Almodóvar. España, 2016. 96’.
15 de abril de 2016. Cines Ocimax, Gijón.

Cuando Julieta está a punto de dejar Madrid para siempre se encuentra con una amiga de su hija que le da noticias sobre ella. Hace tiempo que Julieta perdió todo contacto con Antía. Pero ahora decide contarle por escrito cómo conoció a su padre en un tren, qué relación tenían en el pueblo gallego en que vivían y lo que supuso para ella que él muriera. Fue entonces cuando Antía decidió desaparecer. Y Julieta no ha podido superar su ausencia.

La historia de Julieta (a la que interpretan Emma Suárez y Adriana Ugarte) podría  dar para una buena película, pero la de Almodóvar no lo es. Para serlo deberían ser más verosímiles las situaciones en que se nos muestran los personajes. De qué viven, cómo se relacionan, qué se dicen y cómo reaccionan son elementos que deben estar bien construidos para que una historia sea creíble. Y todo eso no se compensa poniendo una expresión popular de vez en cuando. Cuando a una película se le nota tanto la escritura del guión la cosa va mal. Y aún peor cuando las escenas no emocionan y no acaban de estar cosidas como deberían. Una lástima, porque Julieta tenía mimbres para ser una historia poderosa y Almodóvar había conseguido contener sus habituales subrayados barrocos.