12 de abril de 2016. Casa de la Cultura, Avilés. V.O.S.
Will vuelve con su nueva novia a la casa en la que hace años vivió con Eden. Es una invitación a la que también han acudido algunos viejos amigos. Eden parece haber superado mejor que Will la muerte de su hijo. Quizá porque con su nuevo marido ha entrado en una secta. La noche estará marcada por las sospechas de Will sobre los motivos de esa inquietante invitación.
Tras un preámbulo impactante en que es atropellado un coyote, la historia comienza como una velada agradable con una gente muy maja que se encuentra tras un tiempo sin verse. Pero el sonido de la película y las inquietudes del protagonista nos van metiendo poco a poco el miedo en el cuerpo. Un miedo que aprieta o afloja según pensemos que estamos ante una secta con pretensiones temibles o creamos que nos hemos pasado anticipando peligros. Así que Kusuma consigue instalarnos en una tensión que no da tregua durante toda la película. Ni siquiera en ese plano final tan inquietante.