7 de abril de 2016. Centro Niemeyer, Avilés. V.O.S.
Margherita está dirigiendo una película mientras la salud de su madre se va deteriorando en el hospital. Su hermano asume que la pérdida está próxima y ha pedido una excedencia para ocuparse de ella y vivir con sosiego ese trance. Las tensiones de la dirección de la película en esos momentos difíciles hacen que Margherita sea consciente de que quizá su vida no es como debería.
Nani Moretti nos regala una historia emocionante sobre la pérdida, la culpa y los lazos familiares. Y se regala un papel secundario magnífico en ese hermano que asume roles habitualmente femeninos mientras deja que veamos en Margherita lo que podría ser su vida como hijo y como cineasta. El triángulo de relaciones entre la madre y los hijos está descrito con delicadeza y ternura. Y, aunque la historia está contada desde el punto de vista nada autocomplaciente de la directora, es muy delicada la forma en que se perfilan otros personajes como el de la anciana y el de la adolescente. La ficción juguetona de la película que Margherita está filmando sobre unos trabajadores que luchan por su empleo se intercala brillantemente con escenas oníricas muy reveladoras sobre los sentimientos de esta mujer que no quiere ni sabe despedirse de su madre. Mia madre es una película hermosa y sencilla en la que uno encuentra fácilmente sentimientos muy próximos y reconocibles.