17 de noviembre de 2018. Teatro Jovellanos, 56º Festival de Cine de Gijón (sección oficial). V.O.S.
Madeline es una adolescente que sufre crisis psicóticas. También es una buena actriz en una compañía de teatro inmersivo. La directora prepara una obra que podría tratar de la manera en que Madeline percibe el mundo. O de la difícil relación que tiene con su madre.
Desde la primera escena se advierte que el punto de vista será en muchos momentos el esta hermosa joven que alucina. Eso hace especialmente inquietante y a la vez cautivadora a esta extraña película. Pero también genera algunas dudas sobre la coherencia del dispositivo que utiliza Josephine Decker ya que las imagenes y voces alucinadas se combinan con un seguimiento de la protagonista con esa cercanía propia de las películas cámara en nuca. Aunque las escenas más poderosas (el diálogo con el marido de la directora en la cocina, la impresionante interpretación por Madeline del papel de su madre) tienen un formato más convencional que hace que la historia, además de formalmente impactante, también sea inteligible. Por lo demás, entrar en las prácticas íntimas de esas compañías de teatro radical neoyorquino no es menos interesante que conocer el extraño punto de vista desde el que Madeline percibe el mundo.