22 de noviembre de 2018. Teatro Jovellanos, 56º Festival de Cine de Gijón (pase especial).
Una madre y una hija en un pueblo de España. Y la notoria ausencia de un padre fallecido al que todavía no pueden nombrar. Las dos se quieren y se cuidan. Y lo seguirán haciendo cuando la hija deje su trabajo de planchadora para irse a vivir a Londres.
Una película de interiores. Los de una casa sencilla y los de las vidas de estas dos mujeres. La contención de la historia exige mucho de unas actrices que deben estar muy atentas a los matices, a lo que se expresa sin palabras. Y hay que reconocer que Lola Dueñas y Anna Castillo lo hacen muy bien. Su trabajo destaca especialmente porque el guión de Celia Rico es excelente. Todo lo que se dice resulta absolutamente real y reconocible en esos interiores domésticos de cualquier familia española. Viaje al cuarto de una madre es un relato pequeño magníficamente trenzado para componer una historia sencilla que evita los subrayados. Una estupenda película sobre la cotidianidad emotiva que seguramente dará bastante que hablar.