viernes, 12 de noviembre de 2021

El perro que no calla

de Ana Katz. Argentina, 2021. 73’.
12 de noviembre de 2021. 47º Edición del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva (sección Sismos). Filmin.

Sebastián es un tipo algo pánfilo con un perro que le echa de menos. Sus gemidos deprimen a sus vecinos, así que por intentar resolverlo le acabarán echando de su trabajo. Luego encuentra otro empleo en la Pampa pero allí al que pierde es al perro. Finalmente surge una extraña pandemia que desmaya a los que respiran por encima de un metro veinte, así que la gente debe llevar cascos transparentes como los de los astronautas. Sebastián es pobre y tiene vivir a cuatro patas pero su mujer se empeña en que su hijo también lleve casco.

El Festival de Gijón  dedicó el año pasado una sección a Ana Katz en la pude ver cinco películas de ella. Todas me parecieron magníficas, así que no podía perderme esta última que ahora se presenta en el Festival de Huelva y que mantiene la virtud de esa orfebrería de la cotidianidad con la que Ana Katz es capaz de hipnotizarnos mostrando la gracia secreta de los detalles. Pero en El perro que no calla la forma en que esos elementos pequeños se articulan en el conjunto de la historia también provoca extrañeza, algo que no sucedía en el resto de sus películas. Quizá por eso ha apostado por un blanco y negro que le va bastante bien a una historia en la que las partes son hiperrealistas pero el todo resulta surrealista. ¿Será que Ana Katz ha visto las películas de Juan Cavestany? Sea como sea, su cine (y el de él) me encanta.