12 de junio de 2013. Centro Niemeyer, XII Certamen Nacional de Cortometrajes de Avilés.
Olga contrata los servicios sexuales de David. Para los dos es la primera vez. En el primer encuentro solo hablan. Los dos comparten infancias duras con padres terribles. En el segundo, él promete cumplir cualquier deseo de ella. Olga le pide que mate a alguien. A cambio será suya. Ella cumple su parte esa noche, pero él cree que aceptar ese extraño contrato formaba parte del juego para el que había sido contratado.
Una directora, una cámara y dos actores no profesionales. Nada más. Sin guión previo Olga y David tienen dos encuentros en los que la tensión por el contrato de los personajes se combina con la que les provoca la cámara. Solo tienen un esbozo de la situación que interpretan. Así que hablan desde sus propias vidas. El sonido es pésimo, pero la idea es interesante. Aunque quizá podría haber quedado en un sugerente corto que tendría un buen final en esas voces que discrepan en la oscuridad sobre su extraño contrato. La película es netamente asturiana y la vemos en el marco del festival de cortometrajes que estos días se desarrolla en Avilés y que proyecta sus películas en el cine del Niemeyer.