sábado, 26 de noviembre de 2016

Felices sueños

de Marco Bellocchio. Italia, 2016. 134’.
26 de noviembre de 2016. Cines Centro, 54º Festival de Cine de Gijón (sección oficial). V.O.S.

A finales de los sesenta Massimo era un niño feliz en Turín. Su madre lo era todo para él, así que la noche en que ella murió, cuando él solo tenía nueve años, su vida cambió para siempre. Treinta años después aún no lo ha superado. Ya es un periodista curtido pero todavía no sabe qué fue lo que realmente pasó aquella noche.

Marco Bellocchio nos cuenta en cuatro tiempos esta historia de un hombre desvalido que fue dramáticamente arrancado de una infancia feliz. Massimo es el protagonista de este hermoso retrato que también representa un modelo de masculinidad forjada en el italianísimo amor de madre. El descubrimiento final de la verdad de lo que pasó aquella noche que el protagonista, igual que el espectador, en cierto modo ha sabido siempre cierra una historia muy bien contada y por la que Marco Bellocchio quizá habría merecido algún reconocimiento en este festival. El premio a la mejor película ha sido para Glory de Kristina Grozeva y Petar Valchanov (los directores de la estupenda La lección) que también ha recibido el premio al mejor guión y el de la crítica. Ma'Rosa ha hecho que Brillante Mendoza gane el premio al mejor director y reciba así un reconocimiento que, a mi juicio, ya mereció el año pasado por Taklub. Paradise se ha llevado el premio a la mejor dirección de fotografía, el premio del jurado joven y el merecidisimo premio a la mejor actriz para Julia Vysotskaya por su extraordinario papel en esa estupenda película. Por lo demás, me alegro también de los premios que ha recibido The teacher (mejor dirección artística y mejor banda sonora) y me quedo con las ganas de ver, además de Glory, la mexicana Almacenados que ha obtenido el premio del público y Manchester frente al mar que se lleva el premio especial del jurado. Así termina una nueva edición del festival de Gijón que, a pesar de lo mucho que algunos irresponsables han hecho por perjudicarlo, ha demostrado gran fortaleza gracias al meritorio trabajo de quienes lo han dirigido en estos años. Más medios y menos hostilidad es lo que debería recibir un certamen tan importante como este y sobre el que algunos no parecen tener conciencia de lo que supone para Asturias un festival que el año próximo cumplirá cinco décadas y media y que es referencia en España del mejor cine independiente internacional.