26 de noviembre de 2016. Cines Centro, 54º Festival de Cine de Gijón (sección Gran Angular). V.O.S.
Toni Erdmann es el personaje que se ha inventado el padre de Inès. Ella es una eficaz ejecutiva alemana que trabaja en Bucarest y él es un bromista empedernido que está empeñado en mejorarle la vida. Por eso Toni Erdmann merodea por Bucarest.
Una historia sobre un padre y una hija que no se entienden bien. Una comedia que plantea si es posible ser feliz y trabajar en una multinacional. Dicho así y teniendo en cuenta que dura casi tres horas, Toni Erdmann no parece una película muy atractiva. Sin embargo, Mare Ade consigue mantenerse siempre en el filo de la navaja entre la comedia chusca y el melodrama tierno logrando que su película nunca sea ninguna de las dos cosas. Igual que la hija, uno encuentra a veces insoportable a ese padre que cree que disfrazarse puede ser un acto de amor. Aunque, como también le ocurre a ella, uno no puede dejar de reír con sus bobadas y sentir pena cuando mete la pata o cuando se va. Así que para cuando llega la fiesta nudista o la última escena en Alemania uno ya está tan entregado a la historia que se ha olvidado de mirar el reloj.