24 de noviembre de 2016. Cines Centro, 54º Festival de Cine de Gijón (sección oficial). V.O.S.
Reunión de padres en un instituto de la Checoslovaquia comunista. Van a hablar sobre la profesora de sus hijos, una mujer poderosa con contactos en el partido. Y también una docente corrupta que condiciona las calificaciones de los alumnos a los favores de las familias.
Una película sobre un juicio en un aula. Una comedia sobre una mujer excesiva. Y un drama que, más allá de esta situación escolar y de su contexto político, trata sobre la socialización del miedo, como oportunamente subrayó Jan Hrebejk en el coloquio. Además del impecable tratamiento de los dos tiempos que se van intercalando en la película (la noche de la reunión de los padres y los avatares en el aula y en las familias), de la estupenda puesta en escena en aquellos años ochenta y de las impecables interpretaciones (especialmente la de Zuzana Mauréry), La profesora ofrece mucho más que una entretenida historia sobre una profesora impresentable. También es una sólida denuncia de los riesgos inherentes a esos entornos institucionales (y no solo en los regímenes totalitarios) en los que determinadas culturas profesionales pueden hacerse fuertes. Aunque no es fácil imaginar aquí corruptelas como las de esa patética profesora, tampoco son tan frecuentes los directivos escolares que tienen tan claro como los de esta película cuál debe ser su papel cuando los docentes entran en conflicto con las familias. No hay más que leer lo que algunos han escrito estos días sobre el tema de los deberes.