11 de octubre de 2016. Casa de la Cultura, Avilés. V.O.S.
Tres amigas en la treintena. Una es una prostituta alegre, otra tiene un marido que la maltrata y la tercera acaba de casar a su hijo macarra con una chica que no lo quiere. Todo sucede en una comunidad rural muy conservadora en la que un consejo de ancianos lo decide todo. Desde la compra de un televisor para el pueblo hasta con quién deben vivir las mujeres.
Las caras bonitas y risueñas de las protagonistas y la belleza de las telas que llevan son lo mejor de esta película llena de subrayados maniqueos. Los hombres son malísimos o buenísimos. No hay término medio. Y ellas, todas guapísimas, oscilan entre el sufrimiento extremo y la euforia injustificada. La calidez de la fotografía y la belleza de los escenarios (casi en modo National Geografic) no compensa la obviedad del feminismo naif (y un puntito histérico) que viene a reivindicar esta película. Quizá para algunos públicos de la India resulte edificante y les ayude a desvelar lo que ya deberían saber. Pero a mi La estación de las mujeres se me hace muy larga.