28 de octubre de 2016. Teatro Carrión, 61º Semana Internacional de Cine de Valladolid (sección oficial). V.O.S.
La abuela quiere divorciarse. Y tiene buenos motivos porque el abuelo es un imbécil machista. Los matrimonios de los hijos tampoco son mucho mejores. Excepto el menor que tiene una novia estupenda y podría tener una vida mejor. En todo caso, el objetivo de esa familia de Tokio es impedir ese divorcio senil.
Pobre Ozú. Yamada se aprovechó de él en la innecesaria Una familia de Tokio que parasitaba el prestigio de los Cuentos de Tokio y a la que, precisamente por eso, un jurado miope concedió hace tres años la Espiga de Oro en este festival. Ahora parece que Yamada quisiera burlarse de Ozú con esta comedia casposa y aberrante (el cartel lo dice todo) que hace parecer de arte y ensayo las que dirigía Mariano Ozores. El plano final, más que un tributo a Ozú, me parece casi un insulto. Lo peor es que lo veía venir, pero uno quiere desconfiar de sus prejuicios y a veces da otra oportunidad a quien lo defraudó una vez. Por lo demás, la hora de proyección nos encajaba muy bien y el Teatro Carrión está muy cerca del hotel.