26 de octubre de 2016. Centro Cultural Valey, Piedras Blancas. V.O.S.
Unos abuelos, una nuera y una nieta en medio de las montañas del Asia central. Hay caballos que corren por las praderas. Hay un águila en el que podría haberse encarnado el padre muerto. Y un meteorólogo que podría enamorar a la madre.
Una reivindicación de los códigos ancestrales de un mundo que agoniza. Con planos bonitos y rotundas leyendas. Todo muy poético y emotivo. Pero a mi no me conmueve. Más bien me aburre. Me quedo con las montañas y los caballos. Y con esa niña dulcísima que hasta sabe llorar.